Ponete la diez

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D10S

Lloré, lloré, lo siento.
Me pasa cuando miro
mucha publicidad.
Los ves, están tan contentos
en los afiches nuevos
de algún celular.

En la calle,
una sonrisa vale oro
o el doble.
En mi barrio,
en la mañana hubo un robo
violento.

Si hay un Dios,
algo tiene que hacer, sí.
Porque algún Dios,
tiene que aparecer.
Ahora un Dios,
que se ponga la diez.

Grité, grité, lo siento.
Me pasa cuando escucho
un político hablar.
Los ves, están tan contentos
y esa sonrisa no la juzga
ningún tribunal.

Por las calles
estas vidas valen poco
o nada
En mi barrio
esa gente tiene hambre
y bronca.

Artista: Hilda Lizarazu
Álbum:Hormonal (2007)

Hilda Lizarazu nos invita a transitar por esas calles donde encontrar una sonrisa es algo tan complicado de lograr que “vale oro”: refleja la amargura, la tristeza y la desesperanza con las que la cantante observa a la gente transitar su vida cotidiana. Las sonrisas aparecen en los políticos de turno y en la publicidad, atada siempre a la idea de conseguir tal o cual producto de moda. Sin embargo, la calle está lejos de ser una campaña publicitaria.

Ante este panorama, parecería que sólo nos queda el grito, la bronca y la desilusión; la llegada mística de un dios es la única opción posible. La letra nos presenta una fe quizás algo “inmadura”: el problema está afuera. La cantante pide que, si existe ese dios, “se ponga la camiseta” y baje, para que solucione lo que nosotros no podemos solucionar: “Algo tiene que hacer”, “Tiene que aparecer”.

Ponerse la camiseta significa enarbolar la bandera de una causa, salir a la cancha y jugársela.  “Ponerse la 10” es todavía mucho más que eso: es conducir esa lucha, ser el que organiza y hace jugar a los demás.

Sin embargo, ese Dios al que se le reza, al que la cantante le reclama presencia, ya bajó. Ese Dios se hizo uno de nosotros. Y en ese encuentro con los hombres, entre ellos, en donde realmente existe, intacta, toda posibilidad de salvación.

Para seguir reflexionando:

  • ¿Estamos esperando que otro tome la iniciativa, o nosotros “nos ponemos la 10”?
  •  ¿Qué situaciones o personas de mi entorno reclaman que “me ponga la 10” y organice el juego?

Por Matías Imaz • matiasimaz@gmail.com

Boletín Salesiano, marzo 2017

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