Adicciones: pedir ayuda no es de cobarde

0
1298

Quien acumuló el valor para expresar sus sentimientos seguramente ya es consciente de su adicción y por eso quiere ser ayudado.

 

may2020_adicciones_WEB

Por Equipo Nacional Salesiano de Adicciones // prevencionadicciones@donbosco.org.ar

Es más valiente quien arriesga y comparte sus dificultades, que aquel que no lo hace. Incluso teniendo mucho miedo. Ser adolescente es difícil, los numerosos cambios que se viven en ese período de la vida apenas dan tiempo de acostumbrarse. 

Lamentablemente, las adicciones se vuelven parte de la vida de muchos. Pero antes de lanzar una mirada acusatoria a las decisiones personales, es importante comprender que el modo de ayudar a cualquier persona jamás comienza desde la  superioridad y menos de quienes creen “conocer” la vida. 

Es difícil pedir ayuda cuando padres, madres o maestros tienen preparado un discurso que sólo recordará la diferencia entre el bien y el mal y más cuando es seguido por miradas de decepción o de enojo. Esto sólo consigue aumentar la dificultad de quien, muchas veces avergonzado, necesita pedir su ayuda. Quien acumuló durante mucho tiempo el valor necesario para expresar sus sentimientos no necesita escuchar los sentimientos de alguien más frente a esa cuestión. Seguramente esa persona ya es consciente de su adicción, y por eso quiere ser ayudado.

 

Antes de hablar hay que escuchar

En nuestro país existen diversos centros de adicciones con profesionales capacitados para ayudar a afrontar estas situaciones. Ignacio O’Donnell es sociólogo y director general del Hospital Nacional de Salud Mental y Adicciones Laura Bonaparte, y hace unos días expresaba en una entrevista a un medio nacional: La recuperación es posible (…). Hay que tratar de conectarse con profesionales formados y con grupos. Se puede salir. Uno no tiene que aislarse, tiene que confiar, percibir que no puede salir solo y que la adicción afecta fuertemente. Hay que pedir ayuda y no sentir vergüenza, porque es una condición de salud y no una enfermedad moral.”

Es posible que los adultos a los que alguna vez les tocó acompañar una situación de consumo problemático se hayan preocupado y hasta enojado por no coincidir con los adolescentes. Pero es importante ser conscientes de que no siempre vamos a poder ayudar al otro nosotros solos, y está bien aceptar eso. Tampoco se debe tener vergüenza de pedir ayuda por una situación que ya no se puede manejar, y mucho menos de las miradas ajenas que intentan transmitir la sensación de fracaso. Esa misma mirada también es la que a veces termina condenando a un hijo, un alumno u otro ser querido que verbaliza su adicción.

Pedir ayuda es el primer paso y es uno grande. Todo camino comienza así. Don Bosco siempre estaba dispuesto a escuchar la realidad de sus muchachos y una sencilla “palabrita al oído”, les transmitía su enorme comprensión. La simpleza de un decir “estoy a tu lado” y un corazón dispuesto resume mil palabras vacías.

Frente a una inquietud, urgencia o consulta, tenés algunas alternativas:

– Podés contactarte con los profesionales de Sedronar llamando al 141 o ingresando en: www.argentina.gob.ar/jefatura/sedronar. La atención es anónima, gratuita y está disponible las 24 horas del día.

– También podés entrar en contacto con el Equipo Nacional Salesiano de Adicciones, escribiendo al siguiente correo electrónico: prevencionadicciones@donbosco.org.ar

– Numerosos centros barriales, capillas, parroquias y obras salesianas tienen opciones de ayuda para ofrecerte, con personas dispuestas a escucharte. Quizás en tu pueblo o en tu barrio haya alguno de estos lugares y puedas acercarte cuando termine la cuarentena.

BOLETIN SALESIANO – MAYO 2020

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí