Luz para cuando estemos en la lona

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Luz

El tiempo enseña nuestro andar
para el que quiera escuchar,
para quien no deja atrás lo que soñaba.

Pueden matarte por la piel,
expulsarte por la fe,
arrancarte de la tierra que abrazabas.

Muéstrame tu luz,
yo te mostraré mi luz,
no ha sido en vano imaginar
que el día llegaba.

El tiempo enseña nuestro andar
y, de tanto caminar,
me olvidaba de pensar que me esperabas.

Oh, tiempo de aguantar,
hoy, hoy, hoy, hoy, hoy…

Pueden matar a la voz,
pueden quemar tu nación,
pueden esconder lo que será memoria.

Pueden llevarte de los pies,
pueden comprar tu vejez,
pilotear y subastar toda tu historia.

Muéstrame tu luz,
yo te mostraré mi luz,
no ha sido en vano imaginar
un día de gloria.

El tiempo enseña nuestro andar,
y aquel que quiera saber
sabrá que se elige ser digno o escoria.

Oh, tiempo de aguantar…

Los hombres duermen hoy un sueño de placer,
y no saben dónde despertarán mañana.

Muéstrame tu luz,
yo te mostraré mi luz,
no ha sido en vano imaginar
que el día llegaba.

Oh, tiempo de aguantar…

El tiempo enseña nuestro andar
para el que quiera escuchar,
para quien no deja atrás lo que soñaba.

Artista: Ciro y los persas
Álbum: Naranja persa (2016)

De vez en cuando la vida nos regala esos tiempos de crisis, de golpes duros, de sacudidas importantes que hacen distinto el andar.No hace mucho me pasó tener de estas experiencias. Hace poco, muchos entraron en estos caminos o etapas de la vida —pienso en los aquellos que sufren las inundaciones en el norte del país, por ejemplo, las familias atravesadas por hechos de violencia, los hogares donde falta el trabajo—. Y así como ellos, ¿cuantos más habrá?

Dicen que “el tiempo es sabio”, y dejarlo pasar ayuda a tomar un poco de aire, mirar distinto, quedarse con lo esencial. Así lo deja imaginar esta canción de Ciro y los persas.

En esos tiempos de crisis, de mirar desde la lona, en esos tiempos en los que sentimos que mucho o todo se perdió y que hay que volver a empezar, es bueno también darse tiempo para aguantar: sujetar, apoyar y soportar fuertemente algo para que no se caiga a pesar de los contratiempos.

En este tiempo de Cuaresma, los creyentes tenemos la certeza de que Alguien, desde su cruz, nos aguanta, nos sujeta, nos espera con ese amor hecho luz que vence las sombras del mal, que nos libera del sinsentido, que da motivo a la esperanza en ese “día de gloria”.

Somos tan valiosos para Él que sigue dando su vida por nosotros. Habrá que saber elegir entre ser dignos de esa Luz o escoria de la oscuridad.

Para reflexionar:

  • ¿Cómo reacciono ante mis crisis?
  • ¿Me doy tiempo a la espera o no “aguanto” nada?
  • ¿Confío en Aquel que es la Luz de mi día?

Por Jorge Silva, sdb • jsilva@donbosco.org.ar
Boletín Salesiano, marzo 2018

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